La grasa es una palabra “maldita” en casi todos los ámbitos, sinónimo de exceso de peso (cuerpo), granos y acné (cara), suciedad (cabello), comida hipercalórica (nutrición) …Grasa… Casi que hasta suena mal, ¿verdad?
Pero el tejido adiposo, lo que conocemos en el vocabulario de la calle como “grasa”, es una parte fundamental de la piel, con funciones protectoras y metabólicas. Es la reserva energética de nuestro cuerpo y tiene una participación importante en el sistema endocrino.
Es verdad: el exceso de grasa se acumula en depósitos antiestéticos, y muchas veces parece imposible eliminarlos. Por eso, aún llevando una dieta adecuada y realizando actividad física regular, en ocasiones hay que recurrir a la cirugía estética (Liposucción) para modelar el cuerpo.
Pero, como decíamos antes, el tejido adiposo cutáneo cumple funciones importantes en el organismo y una dieta equilibrada debe incluir un aporte razonable de lípidos. Pero hay que saberlos elegir…
Y ahora que ves la grasa con otros ojos…
Las “bondades” de la grasa para nosotros no se acaban aquí. Una de las señales características del envejecimiento de la piel es un vaciamiento de este tejido. Y por eso, los rellenos se han utilizado durante décadas para luchar con el paso del tiempo.
Las técnicas actuales nos permiten utilizar grasa propia reciclada (obtenida por liposucción), para rellenar senos y glúteos, y rejuvenecer cara, manos y otras partes del cuerpo. Los resultados en ojeras y en pequeñas arrugas faciales son espectaculares.
Los resultados de esta técnica llamada lipofilling y sus variantes son excelentes: los rellenos son muy naturales visualmente y se evita cualquier posible rechazo o incompatibilidad. El uso de la grasa propia nos permite mejorar la hidratación profunda, mejorando el aspecto de la piel en general y preparándola para afrontar mejor el paso del tiempo.
Es muy importante que la técnica de implantación de la grasa sea realizada por un cirujano experto, para evitar que la grasa infiltrada se reabsorba y que sobreviva en la zona implantada y mantenga el volumen conseguido.
Este uso de la grasa es, de hecho, uno de los avances de los últimos años en cirugía estética, que abre caminos muy interesantes en el camino de la medicina regenerativa y las células madres.
Estamos entrenados en los últimos avances y tenemos todo lo necesario para la aplicación de las técnicas de lipofilling y nanofat que necesitan nuestros pacientes.